Luchar y resistir: 8 de marzo – Día Internacional de la Mujer
La lucha de las mujeres contra la explotación, la violencia, la exclusión, las desigualdades en los derechos sociales y laborales y por la soberanía de los países es histórica.
Y permanece, en el siglo XXI, con los avances tecnológicos, en la lucha y resistencia contra las amenazas de la extrema derecha nazi-fascista, en tiempos de guerra y de lucha por la paz.
Las muertes violentas de mujeres por motivos de género, misoginia, machismo y prejuicios están aumentando en todo el mundo y muchas de estas muertes son toleradas por la sociedad y los gobiernos.
Las mujeres todavía son tratadas como seres inferiores, que deben ser sumisos y subordinados a las órdenes y deseos de los hombres. Son considerados objetos sexuales y desechables, víctimas de castigo y sujetos al atraso de costumbres y religiones.
En cuanto a las cifras de violencia, sabemos que no son pocas, muchas mujeres y niñas son violadas, acosadas, maltratadas y víctimas de feminicidio, asesinadas por razón de género. Son varios los casos en los que a una mujer, víctima de agresión, acoso, violación o feminicidio, se le culpa de la violencia que sufrió: vestía ropa sexy, bebía demasiado, salió con el chico y luego no quiso tener sexo, no aceptó retomar la relación, etc.
Violencia que se practica en forma de agresión física, psicológica, sexual, patrimonial o moral. La mayoría de agresores y maltratadores se encuentran dentro del círculo familiar. No aceptan que cuando una mujer dice que no, es no.
No existen registros completos con todos los casos de violencia en los que las mujeres son víctimas. Sabemos que ésta es una tarea difícil para los movimientos feministas. Sin embargo, es fundamental ampliar la búsqueda de estos datos a través de camaradas y compañeros progresistas de todos los países.
La violencia de género es secular. Y sólo a partir de los años 70 y 80, con la acción de los movimientos internacionales de mujeres, populares, sindicales y feministas, la cuestión de la violencia contra las mujeres entró en la agenda del derecho internacional y los derechos humanos.
Una época en la que se produjeron miles de asesinatos de mujeres, con absolución de los criminales «por legítima defensa del honor», la mayoría de estos crímenes, cometidos por maridos, parejas, padres y hermanos. Es esencial que exijamos a los gobiernos de todo el mundo medidas efectivas, políticas públicas para combatir la violencia contra las mujeres, cuyo número no hace más que crecer.
Según datos de un documento de ONU Mujeres, en los países de América Latina y el Caribe la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (CONVENCIÓN DE BELÉM DO PARÁ, 1994) se sumó a la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, convirtiéndose en un instrumento para los movimientos de mujeres y feministas. en la lucha por los derechos de las mujeres en la región. Los movimientos feministas han incorporado en sus demandas y cambios legislativos situaciones en las que las mujeres son las principales víctimas, como estrategia para combatir la violencia doméstica y familiar.
En la década de 2000, el creciente número de mujeres asesinadas en muchos países del mundo continente, generó nuevas movilizaciones por el reconocimiento de las razones de género como motivación de estas muertes y por la necesidad de aprobar leyes que combatan específicamente la impunidad en casos de muertes violentas de mujeres en cualquier contexto.
En 2015, la segunda edición especial del Mapa de la Violencia sobre homicidios de mujeres presentó el número de estas muertes para el período 1980-2013, cuando se registraron poco más de 106 mil muertes violentas de mujeres en todo el país. En números absolutos, los registros pasaron de 1.353 muertes en 1980 a 4.762 en 2013, con un crecimiento del 252% en todo el período.
En 2023, 1.463 mujeres fueron víctimas de feminicidio en Brasil, un aumento del 1,6% respecto a 2022, cuando el entonces presidente Bolsonaro apoyaba el machismo, la misoginia, el racismo, la homofobia y todo tipo de prejuicios.
La región sureste tuvo la mayor tasa de crecimiento de feminicidios en 2023, con una variación del 5,5%, al pasar de 510 víctimas en 2022 a 538 en 2023.
En Bahía se registraron 108 feminicidios en 2023. Un feminicidio ocurre cada tres días y, de cada cinco muertes violentas de mujeres, dos son feminicidios. Con armas cuerpo a cuerpo (cuchillo) 46,6%, armas de fuego 28,5%. Perfil de la mayoría de las víctimas: 30 a 49 años; negro y marrón; asesinados por sus propios compañeros. Los datos son del Grupo de Trabajo sobre Feminicidio en Bahía.
Leyes para proteger a las mujeres y castigar a los criminales en Brasil:
Ley Maria da Penha (Ley 11.340/2006) sancionada por el Presidente Lula, el 7 de agosto de 2006. Prevé penas para los delitos de violencia doméstica y familiar contra la mujer: prisión, multa, pérdida del poder familiar y de cargos públicos.
Ley de Feminicidio (Ley 13.104/15) sancionada por la Presidenta Dilma Rousseff, el 9 de marzo de 2015. El feminicidio es el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, la violencia doméstica y familiar, el desprecio o discriminación de la condición de la mujer.
El 9 de octubre de 2024, el presidente Lula sancionó la Ley 14.994/24, aumentando la pena por el delito de feminicidio hasta 40 años.
Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo
La fecha se celebra en todo el mundo por el fin de la violencia contra las mujeres, por la igualdad de derechos, el respeto a la autonomía de las mujeres sobre su propio cuerpo, contra el acoso sexual y moral, contra el machismo, el racismo, la homofobia y la opresión de género.
Es el resultado de años de luchas históricas por la igualdad de derechos, la reducción de la jornada laboral y contra la discriminación y los prejuicios. El 8 de marzo de 1857, en la Cotton Fabric Factory, de Nueva York, 129 trabajadoras pararon su trabajo, exigiendo una reducción de la jornada laboral, en la primera huelga de mujeres en Estados Unidos. Y fueron reprimidos violentamente por la policía y los patrones, que cerraron las puertas de la fábrica y le prendieron fuego. Murieron por asfixia y carbonización en el lugar de trabajo.
En la II Conferencia Internacional de la Mujer, en 1910, en Dinamarca, la socialista Clara Zetkin propuso que el 8 de marzo fuera declarado Día Internacional de la Mujer.
