#EnConcreto
Este Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, conmemoraremos la sacrificada lucha de los mártires de Chicago y los mártires peruanos por la jornada laboral de ocho horas, que en el Perú se logró con años de protesta hasta la conquista por Decreto Supremo del 15 de enero de 1919.
Toda conquista en materia de derechos laborales tiene una cuota de sacrificio. Sin embargo, la jornada de ocho horas de trabajo fue una de las luchas más duras del proletariado, teniendo como primeros mártires en el Perú al trabajador portuario Florencio Aliaga en el Callao y el obrero textil Andrés Vilela en Ate Vitarte,
víctimas de la represión en protesta por esta demanda.
En la actualidad, este derecho se ve constantemente amenazado por la alta informalidad laboral, que no respeta la jornada de trabajo, entre otros derechos. También los bajos sueldos, que hacen necesario que el trabajador busque un ingreso extra y, por lo tanto, un trabajo adicional, superando así una jornada de ocho horas.
Pero las amenazas no son solo contra la jornada de ocho horas de trabajo. La flexibilización laboral, la informalidad, el recorte de derechos laborales, la falta de seguridad y salud en el trabajo y de fiscalización, entre otros, arremeten contra el trabajo digno y perjudican al trabajador y sus familias.
Por eso, este Primero de Mayo, a 105 años de esta conquista, los trabajadores hemos sido convocados por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) a una movilización nacional, en defensa de los derechos laborales, contra la explotación laboral y la corrupción.
En esta movilización nacional participaremos los obreros de construcción de todo el país afiliados a la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP). En Lima, el punto de concentración será el Campo de Marte, a las 9 de la mañana.
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