El Banco Mundial publicó recientemente un informe con los resultados de una profunda investigación sobre el sistema educativo de los países de América Latina y el Caribe, destacando también los principales desafíos a superar.
Según el documento, ningún sistema escolar latinoamericano, con excepción de Cuba, puede ser incluido dentro de los parámetros que rigen la educación de calidad a nivel global.
En América Latina, el número de personas involucradas en la educación básica (preescolar, primaria y secundaria) asciende a siete millones y alrededor del 20% son trabajadores técnicos y docentes. Sus salarios consumen el 4% del PIB del continente y las condiciones laborales varían de un país a otro.
Según el informe, la mayoría de los educadores están mal remunerados, siendo el 75% mujeres, todas ellas de una clase social modesta. También señala que el personal docente tiene más de 40 años y se considera anciano.
El estudio señala que si bien la mayoría de los gobiernos dicen estar prestando atención a la Educación y buscando calidad y desempeño de los educadores, lo concreto es que las metas fijadas para los sistemas educativos no consideran la formación de una persona crítica. La atención se centra siempre en adquirir habilidades laborales y no en adquirir conocimientos.
En conclusión, el informe del Banco Mundial destaca que existe una baja calidad promedio de los docentes en América Latina, lo que impide avanzar en una educación de calidad. El contenido académico es inadecuado y las prácticas ineficientes. “Pocos y poco capacitados educadores dedican sólo el 65% del tiempo de clase a la instrucción, lo que equivale a perder un día completo de enseñanza a la semana. Se utiliza poco material didáctico, especialmente las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Los profesores tampoco pueden imponer su autoridad, mantener la atención de los estudiantes y motivarlos a participar”.
El resultado de la investigación es implacable: ninguna facultad de la región puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros globales. La única excepción es Cuba.
En la isla caribeña, donde la educación ha sido una prioridad absoluta desde la revolución de 1959, existe un sistema educativo eficiente con docentes de alta calidad. Cuba es, en el mundo, el país que más invierte en educación, reservando para ello el 13% de su presupuesto nacional.
No es la primera vez que el Banco Mundial (organismo financiero controlado por Estados Unidos) elogia el sistema educativo en Cuba. Un informe anterior destacó: “Cuba es reconocida internacionalmente por sus victorias en el campo de la salud y la educación, con un servicio social que supera a la mayoría de las naciones en desarrollo y en ciertos sectores se compara con los países más desarrollados del mundo. Desde la revolución de 1959 y la creación de un gobierno comunista, el país ha creado un sistema de servicios sociales que garantiza el pleno acceso a la educación y la atención sanitaria. Este modelo permitió a la isla alcanzar la alfabetización universal, acabar con ciertas enfermedades, brindar acceso general a agua potable y saneamiento básico, tener una de las tasas de mortalidad más bajas del continente y una de las esperanzas de vida más altas”. Con información de Cubadebate.
Banco Mundial: Sistema educativo cubano é o melhor da América Latina
