Consejo Presidencial anual del FSM, 16 de diciembre de 2020
La reunión del Consejo Presidencial del FSM 2020 concluyó el 16/12/2020, con la adopción del plan de acción 2021, nuevas solicitudes de membresía y resoluciones sobre todos los temas importantes y actuales de interés para los trabajadores.
En el discurso de clausura del Secretario General, George Mavrikos, SECRETARIO GENERAL de la FSM, se destacó la importancia de los 75 años de trayectoria militante de la FSM y la decisión de avanzar con luchas más militantes, internacionalismo y solidaridad.
Entre las resoluciones aprobadas, se hizo especial énfasis en la situación actual de los trabajadores durante la pandemia 19 y la convocatoria del Premio Nobel de la Paz 2021 para el Contingente Internacional de Salud “Henry Reeve” en Cuba.
El Consejo Presidencial de la FSM 2020 dio luz verde a la celebración del XVIII Congreso Sindical Mundial el próximo año.
Principios básicos del FSM: Trinchera internacional de lucha obrera
La Federación Sindical Mundial (FSM) es una organización sindical internacional con orientación de clase y que lucha contra el imperialismo, la etapa superior del capitalismo, y por una sociedad sin explotación del hombre por el hombre. Fue fundada el 3 de octubre de 1945 en París, donde participaron 56 organizaciones nacionales de 55 países y 20 organizaciones internacionales, que representan a unos 67 millones de trabajadores. Su sede se encuentra actualmente en Atenas, Grecia.
Con el objetivo principal de luchar por un mundo libre de guerras e injusticias sociales, la creación del FSM impulsó a los trabajadores y las fuerzas democráticas a luchar contra el fascismo, contra el capitalismo y contra el colonialismo. En un período de posguerra, era más que urgente luchar por «un futuro libre de imperialismo y colonialismo y en el que la libertad, la paz, la democracia y la prosperidad avanzaran por el bien de toda la humanidad».
Como la organización sindical internacional más antigua, la FSM tiene una importante historia de luchas contra las políticas patronales que, junto con los gobiernos de derecha, promueven todo tipo de ataques a los derechos laborales. Así, el FSM también fue, y sigue siendo, el principal objetivo del capitalismo contra la unidad internacional de los trabajadores.
Durante el período de la guerra fría, el FSM sufrió un duro golpe de adentro hacia afuera. Algunas posiciones políticas adoptadas por diferentes centrales sindicales nacionales se han agudizado en varios temas que han llevado al FSM a una crisis contra los oportunistas y defensores de la socialdemocracia y el keynesianismo (especialmente las centrales de Inglaterra y Estados Unidos) que han venido a defender el fin de la FSM. En 1949, encabezada por estos centros, se crea CIOLS – Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, con orientación socialdemócrata, antirrevolucionaria y de conciliación y cooperación de clases.
Con la crisis del socialismo europeo y el fin de la Unión Soviética en 1991, nuevas divergencias políticas llevan a algunas centrales, como la CGT francesa, a defender el fin del FSM. Posición ganada nuevamente en el XIII Congreso Sindical Mundial en Damasco, Siria. Los delegados participantes votaron por la unidad clasista de los trabajadores, enterrando cualquier teoría eurocomunista de la conciliación de clases.
Con la crisis del socialismo europeo y el fin de la Unión Soviética en 1991, nuevas divergencias políticas llevan a algunas centrales, como la CGT francesa, a defender el fin del FSM. Posición ganada nuevamente en el XIII Congreso Sindical Mundial en Damasco, Siria. Los delegados participantes votaron por la unidad clasista de los trabajadores, enterrando cualquier teoría eurocomunista de la conciliación de clases.
Hoy, el FSM tiene 80 millones de miembros en 120 países. Tiene representantes permanentes en organismos internacionales como ONU, UNESCO, FAO y OIT. Desarrollándose en estas organizaciones, una lucha en defensa de los intereses de los trabajadores siempre está tomando posición contra el monopolio que existe dentro de estas organizaciones.
El FSM está organizado en forma de Congreso Sindical Mundial, Consejo Presidencial y Secretaría. Además de las oficinas regionales (una para cada continente) y el UIS – International Union Unions – que organiza a los trabajadores por categorías (agroalimentario, bancos y aseguradoras, construcción civil, educación, energía, metalurgia-minería, servicios públicos, turismo y hospitalidad y transporte).
Del 6 al 9 de abril de 2011 se celebró en Atenas el XVI Congreso Sindical Mundial, con la participación de 828 delegados de 101 países. En este congreso se eligió el nuevo Consejo Presidencial con 40 miembros y también se votaron importantes resoluciones sobre las demandas actuales de los trabajadores.
Principios básicos del FSM
Funcionamiento democrático: elecciones para todos los órganos a todos los niveles;
Orientación internacionalista – solidaridad internacional;
Luchar por la paz y la amistad entre los pueblos – contra las guerras imperialistas;
Defender el derecho de cada pueblo, de cada clase trabajadora a decidir por sí mismos sobre su presente y futuro;
Los recursos naturales de cada país pertenecen a la gente y los trabajadores del país; El FSM está en contra de la privatización;
Unidad de la clase trabajadora: alianza con los campesinos pobres, los sin tierra, los intelectuales;
Involucrar a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores migrantes en la vida, acción y administración de los sindicatos;
Prioridad a los temas de seguridad y salud de los trabajadores, calidad de vida y medio ambiente en general;
Máxima prioridad dentro de las empresas transnacionales y la organización de la coordinación internacional y la solidaridad proletaria;
Llamativo arribismo, elitismo, burocracia, compra de conciencia y corrupción;
El derecho de todos los trabajadores a la salud pública y gratuita, la educación y la seguridad social. La mejora continua del nivel de vida, salarios y pensiones;
El FSM, como organización sindical de clase, refuerza la crítica, la autocrítica y la emulación fraternal entre líderes y afiliados;
Lucha por las libertades sindicales y democráticas. Está en contra de la violencia estatal, el autoritarismo y la persecución de los sindicalistas. Está en contra del neofascismo y el racismo;
Organiza seminarios y formación sindical.